Conserva Larva su cocina tradicional como uno de sus mejores patrimonios culturales, pues pese a los aires de modernidad que soplan, aún se sigue oficiando en esta villa serrana el rito de la matanza, del que habrán de obtenerse suculentos frutos del cerdo para todo el año, y sobre todo exquisitos chorizos para ser asados en las ascuas de las hogueras que se encienden para festejar a Santa Lucía –el 13 de diciembre–, a San Antón –el 17 de enero– y a San Blas –el 3 de febrero–.
En Larva se guisan desde antiguo los “andrajos”, ya sean con liebre, con conejo, o con pescado, y en tiempos de carencias pasadas, cuando escaseaban todas las viandas, se preparaban con “sardinas arenques”, plato éste que traído a la actualidad en tiempos de mayores abundancias, representa una exquisita variedad del que puede considerarse como el guiso más extendido de la geografía culinaria provincial.
En tiempos de verano se preparan las gachas con pimientos rojos asados, con pimientos verdes y mucho tomate, plato estival y sano donde los haya, preparándose las “gachas dulces con tostones” para los Santos –el 1 de noviembre–, y no faltando para tiempos de Cuaresma y Semana Santa los potajes de bacalao, y el bacalao frito. Curiosa es la antigua costumbre, hoy perdida, de comer también potaje de vigilia con garbanzos, panecillos y bacalao para la Nochebuena, amparándose en la creencia popular que sostiene que si con tal plato “moría el Señor”, con tal plato habría de nacer, no quedándose aquí las viandas propias de Navidad, pues hasta hace muy poco tiempo las mujeres de la casa preparaban masa que luego cocían en las tahonas hasta altas horas de la madrugada. Preparaban, sobre todo, deliciosas “empanadillas” caseras y los llamados “mantecados tontos”. Los dulces de Semana Santa siguen siendo las “flores”, hechas con gacheta de harina en molde caliente, de frágil textura y finas al paladar; los “roscos de sartén”, y unos sin par “borrachuelos” donde se condensa toda la tradición culinaria de esta villa de Larva, en la que por cierto aún puede ejercerse el “arte de la gastronomía en miniatura” que es el “tapeo” con unas exquisitas “codornices en salsa” que preparan en varios bares.
Ayuntamiento de Larva